Vestmannaeyjar

Vestmannaeyjar

Vestmannaeyjar se ha convertido en uno de los lugares más populares de la costa sur de Islandia por dos razones: su interesante origen volcánico y los millones de frailecillos que anidan en sus acantilados.

Vestmannaeyjar (literalmente, “islas de los hombres del oeste”), también conocido como las islas Vestmann, es un pequeño archipiélago en la costa sur de Islandia, muy cerca de las cascadas de Seljalandsfoss y Skógafoss. Este grupo de quince islas e islotes se formó hace aproximadamente 11000 años, a excepción de una de ellas: Surstey. Esta isla al sur del archipiélago se originó hace tan solo unas décadas, en 1963, cuando emergió del mar debido a una erupción volcánica submarina. Por tanto, Surstey es uno de los territorios más jóvenes de la historia de Islandia… ¡Al menos por ahora!

Hoy en día Surstey y otras islas de Vestmannaeyjar solo son visitadas con fines científicos, pero la capital del archipiélago, Heimaey, es visitada año tras año por miles de turistas que buscan disfrutar de su encantador ambiente marinero y quieren ver a sus vecinos más famosos: los frailecillos de las islas Vestman.  

¿Qué ver en Vestmannaeyjar?

Heimaey, con más de 4000 habitantes, se trata de la única isla realmente poblada de Vestmannaeyjar. Su principal impulso económico es la pesca, por lo que el ambiente marinero de sus calles y su pintoresco puerto bien merecen un paseo por ella. Además, en Heimaey se encuentra la construcción más antigua de Islandia que todavía permanece en pie: Skansinn, una pequeña fortaleza erigida en el siglo XV para defender las islas de los piratas ingleses.

Otro de los lugares más destacados para visitar en Heimaey es Eldheimar, el lugar al que apodan “la Pompeya del norte”. En este lugar es posible adentrarse en una de las casas que quedó sepultada bajo la lava y las cenizas en la erupción de 1973 que casi acaba con toda la población. Pese a que más de 400 edificaciones sufrieron los estragos del desastre, solo puede visitarse esta, donde además de admirar las ruinas de la casa es posible descubrir la historia de la tragedia gracias a interesantes vídeos y paneles informativos.  

A las afueras de Heimaey se encuentra Eldfell, el volcán que en enero de 1973 estuvo a punto de sepultar por completo la ciudad. Con 221 metros de altura, subir a la cima de su cráter es una de las mejores formas de disfrutar de unas espectaculares vistas panorámicas de las islas Vestman.

Por último, el principal atractivo turístico de las islas reside en las pequeñas aves que anidan en sus acantilados. Así, el avistamiento de frailecillos en Vestmannaeyjar se ha convertido en el principal motor turístico del archipiélago, ya que en las islas llegan a anidar aproximadamente diez millones de puffins durante los meses de verano. No en vano, las Islas Vestman se han convertido en el mejor lugar para ver frailecillos cerca de Reikiavik, sin necesidad de tener que desplazarse a los lejanos acantilados de Látrabjarg o la población de Borgarfjordur Eystri, al este del país.

¿Cómo llegar a Vestmannaeyjar?

Pese a que es posible ir a las islas Vestman en avión, el elevado precio de los vuelos y dificultades burocráticas hacen que la mejor forma de llegar a Vestmannaeyjar sea en barco.

A diario, un ferry conecta el pequeño pueblo de Landeyjahöfn con las islas Vestman en un trayecto de poco más de media hora. Además, la opción de ir a Vestmannaeyjar en ferri es ideal para descubrir la isla de Heimaey, ya que es posible subir a bordo de la embarcación con un coche de alquiler.